Con un tracklist repleto de canciones brillantes y rebosantes de vitaminas, inspiración, desparpajo y entusiasmo...
Por Jorge García.
Es posible que el tercer disco de los californianos Redd Kross titulado "Third Eye", no sea el mejor ejemplo de lo que se conoce como tener sentido de la oportunidad. En 1990, con el grunge llamando a la puerta y el resurgir de los sonidos sureños revitalizados gracias a la irrupción de The Black Crowes, no parecía el momento más indicado para que un disco como "Third Eye" diese la campanada.
El punk juvenil y juguetón con el que los cuasi adolescentes hermanos McDonald se lanzaron al negocio con intrepidez y jolgorio en 1982 con "Born Innocent", fue deslizándose hacia un estilo que sin perder el tono juvenil, perdía corrosión punkarra y ganaba en radiantes acometidas guitarreras que arrastraban a sus inspiradas y pegadizas melodías a un terreno más afín al Powerpop, al Rock y al Pop clásicos o incluso hacia un iridiscente Hard Rock.
Un resumen rápido de lo que se concentra en "Third Eye", creo que habría quedado resuelto en el anterior párrafo.
Transcurridas más de tres décadas desde entonces, creo que podría decir sin temor a ningunear a la verdad, que "Phaseshifter" (1993) me parece el mejor disco del grupo (reseña) y que "Third Eye" es con el que más disfruto. Dicho esto, soy consciente del debate que esta afirmación puede abrir, en primer lugar en mí mismo.
Con un tracklist repleto de canciones brillantes y rebosantes de vitaminas, inspiración, desparpajo y entusiasmo, podemos detectar que en las entrañas de las mismas se concentran ecos de The Beatles, Cheap Trick, Kiss o Ramones.
Las ganas de juerga se evidencian en todas y cada una de las canciones, aunque estas empiezan desde su portada, que incluye a una desconocida por entonces Sofia Coppola que posa desnuda y enmascarada junto a los hermanos Jeff y Steven Shane McDonals y al guitarrista Robert Hecker.
Tras este llegarían el mencionado "Phaseshifter" y el también espléndido "Show World" (1997), donde progresivamente se iría perdiendo parte de la radiante limpidez de la que disfrutamos aquí, pero en los que conjugarían con la alquimia de otras substancias sónicas, estilísticas e inspiracionales, las soluciones precisas para completar, en la década de los noventa, una trilogía irresistible y absolutamente necesaria.
No me entretengo en hablar de canciones por separado, todas son adictivas y refulgentes, todas intrépidas y energéticas, once partes de un todo que no es sino una fiesta musical de primer orden, y ya saben que a las fiestas hay que apuntarse, que solo se vive una vez...
Este "Third Eye" fue mi primera incursión en Redd Kross, una banda, desde entonces, favorita de esta tu casa. Alguna explicación de la desubicación que comentas de esta obra y banda con respecto al grunge y bandas de Seattle y el renacer del rock sureño de Black Crowes debería tener una explicación en la misma ciudad de Los Ángeles. Una megaciudad que acoge desde siempre todos los estilos y les otorga una pátina distintiva, más abierta a todo tipo de influencias, una ciudad más cosmopolita, también más cinematográfica. Unos tipos tan imaginativos como los hermanos McDonald se deberían sentir como peces en el agua allí.
ResponderEliminarUn gran disco.
Abrazos,
Si, desde luego tienen un perfil claramente californiano y muy noventero. No obstante el disco es tan radiante que lo más normal es que superase cualquier tipo de frontera o moda.
EliminarDesde luego es un disco que me encanta aunque en mi caso fue el segundo que descubrí del grupo.
Un abrazo.
Subscribo tu frase al 100% - "Phaseshifter" (1993) me parece el mejor disco del grupo (reseña) y que "Third Eye" es con el que más disfruto -. El perfil pop del disco es marcadisimo pero le sienta de maravilla. Desconocia lo de Sofia Coppola ... Saludos,
ResponderEliminarLo de Sofia Coppola es muy poco antes de rodar "El Padrino III", parece ser que era colega de los hermanos. Veo que coincidimos en la valoración de los discos de Redd Kross. Me apetece mucho verlos en el ARF.
EliminarGracias.
Saludos.