…sigue aunando el pop de caricia sesentera con el encanto irremediable de todo aquello que evoca a la British Invasion con un mod diligente e inequívoco…
Por Jorge García.
La última entrega discográfica engendrada por la banda de Rochester The Prisoners databa de 1986 y respondía como "In From The Cold".
Desde entonces y hasta la actualidad, tanto James Taylor (voz, Hammond), como Allan Crockford (voz, bajo) o Graham Day (voz, batería) han continuado trabajando en el mundillo, incluso han colaborado en algún proyecto conjunto, como hicieron los dos primeros en The James Taylor Quartet.
Por otro lado, Crockford y Day formaron a su vez The Solarflares, banda que dejó cuatro álbumes ya en el presente siglo. Además, cada uno de ellos por su lado han colaborado con otros artistas y proyectos como Thee Mighty Caesars, el estupendo grupo formado por el mítico Billy Childish y que contó con el concurso de Graham Day, esta vez sentado en la banqueta de los tambores.
En este 2024, podemos celebrar que los tres, más el batería de siempre Johnny Symons, se han vuelto a agrupar para regalarnos un disco titulado "Morning Star" que atendiendo a lo que se escucha cuando cae la aguja sobre el plástico, da la sensación de que las últimas cuatro décadas hayan sido engullidas por un agujero negro, y que el tiempo transcurrido se haya evaporado sin causar el más mínimo efecto sobre los miembros de The Prisoners.
El feliz concubinato del Hammond con las guitarras, que unas veces irradian sedosidad beat y otras se refugian en estentóreos riffs, se hermanan con límpidas armonías vocales y unas melodías mimadas y efectivas que son articuladas con énfasis y ternura según proceda.
El influjo del mod mira de frente a los míticos The Who, sin disimulos ni complejos de ningún tipo, y así se aprecia sin sombra de duda en las teclas de "Going Back" o en el reaccionario riff de "Break This Chain".
Psicodelia y garage con oscuras líneas eléctricas y temblorosas armonías vocales en "This Road is Too Long"; tórrido acento bluesero con juegos vocales, aguijones guitarreros y hammonds febriles en la magnífica "Prophet of Gloom"; vitalidad pop en "Something Better" y delicias melódicas como "If I Had Been Drinking" o el tema de título homónimo, son algunos ejemplos que aconsejan no perderse este tratado de arqueología sónica y estilística elaborado con artesanía, talento y gusto.
Comentarios
Publicar un comentario