Por Jorge García.
Bajo la capota de los sonidos souleros de voces femeninas propios de la factoría sónica atribuída al ineludible Phil Spector, pero con secuencias oscuras y zumbeantes asociadas al garage-rock de textura Lo-Fi, sin perder en la composición final una chispeante afinidad a la fluidez melódica y las armonías Doo-Woo, se desarrolla con desparpajo la propuesta musical del dúo brasileño/danés The Courettes.
Esta combinación alcanza en su cuarto álbum sus mayores cotas de redondez y sentido de autosuficiencia, gracias a la explosiva cualidad del sonido, a la idoneidad de la voz de Flavia Couri y los parches de Martin Couri y a un ramillete de canciones que no bajan del notable, el título del mismo: "The Soul of... The Fabulous Courettes".
Con primorosa producción de Soren Christensen y C.T. Levine, la variedad juega aquí en la misma liga que la coherencia y la solidez en el mismo estadio que la frescura, y esta es una de las mejores cosas que se pueden decir de un disco en un siglo XXI donde lo conservador y funcional gana casi todos los sets a lo intuitivo u orgánico.
Los virajes sonoros al blanco y negro catódico de las viejas actuaciones de Ronettes o Sangri-Las se deslizan en los oídos con la tradición intrínseca del género mentado en el fondo del tiro de cámara, conformando algunos momentos plenos de emoción, como ocurre en una de mis favoritas del lote, la estupenda "Wall of Pain".
En un plano más festivo y canalla podemos y debemos destacar algunos de los singles promocionales, como la agitada "Shake"; "Keep Dancing" por contra, ofrece una tersa visión romántica y dichosa del soul más bailable.
En el apartado más apegado a los sonidos propios del garage, sin perder las coordenadas souleras, destacan la inicial "You Woo Me", la pletórica "Here I Come" o la garitera "Better Without You".
El corte "California" juega a coger olas como buenos surferos sin perder groove ni carácter soul, dentro de su ubicación sesentera. "Boom Boom Boom" es un tema de pop con cierto aire mediterráneo y yé-yé.
El disco no alberga bajones ni ofrece motivos para levantar la aguja en busca de otros surcos más venturosos, y esto es algo que se comprueba desde la primera escucha, después no les faltarán móviles para que esa primera toma de contacto no sea la última, en tiempos de reguetón y trap, bien está volver la vista atrás y solazarse con el soul, entre vetusto y actual, de los fabulosos The Courettes.
Y al son de los Fabulosos Courettes aprovecho para desearos a todos una noche y unos días navideños plenos y alegres, donde nos podamos dar un respiro, ser razonablemente felices y hacer felices a los que nos rodean.
Zorionak eta Eguberri On!!!
Zorionak eta Eguberri On!!!
Felices fiestas socio y para 2024 mucha salud y cultura. Por cierto el libro de Nogales me encanto, una visión muy objetiva de la horrorosa guerra civil.
ResponderEliminarSalud